Charla Astronomía Aficionada en Choluteca

Buscando la nebulosa de Orión (M42)

Gracias a la invitación del CURLP de parte de la licenciada Diana L. Zelaya y por el esfuerzo organizativo y entusiasmo de la Dra. Luz Baca, tuve la oportunidad de hacer una presentación a auditorio lleno en la ciudad de Choluteca, en la que compartimos con estudiantes y maestros/as el placer de la observación del cielo nocturno.

Tengo una relación odio amor con Choluteca (yo no la he amado precisamente) que ha mejorado ligeramente en los últimos años. Una vez que se supera el shock del calor (30 grados es "fresco") y el trauma a los riñones de las casi 5 horas que en este momento se hacen en la carretera desde Tegucigalpa (me gusta imaginar que estoy en la Luna, explorando los cratérs) se encuentra uno con una ciudad que tiene un hermoso centro histórico y, para el caso que nos ocupa, todavía claras noches estrelladas.

Además, el CURLP es un centro universitario con pinta de academia en el Caribe, y se encuentra a unos 5 kilómetros de la ciudad, con lo que las probabilidades de buen cielo para observación aumentan. La primera Noche Astrónomica en Choluteca había sido planeada por mucho tiempo, pero hasta hace poco se habían dado las condiciones para realizarla.

1er plano: Carl Sagan como inspiración

Para mi sorpresa, el salón se llenó a pesar que no se utilizó la práctica de "ofrecer puntos" como a menudo y desagradablemente ocurre en la UNAH y durante más de una hora conversamos con profesores/as y alumnos sobre el porqué de la observación del cielo, sobre lo que puede esperarse al observar a través de un telescopio, binoculares o a simple vista.

En lo que será un tema recurrente de mis intentos por popularizar un poco más la astronomía aficionada en Honduras, empezamos por recordar a las y los presentes que debe haber una pequeña reflexión sobre expectativa vs realidad al querer comprar un telescopio, sobre como el ver "Cosmos" de Carl Sagan cuando era pequeño me apasionó por la ciencia y el espacio, sobre la expedición de niños llevados por el Profesor Carlos Mejia al Uyuca a observar el cometa Halley en 1984 me marcó como astrónomo aficionado para siempre.

Con una audiencia preguntona y participativa de esas que lo energizan a uno hablamos de los límites y ventajas de ciertos tipos de telescopios, e hicimos énfasis en que no es necesario comprarse un equipo caro para poder observar el cielo.

Al final, el tiempo se hizo corto para responder al entusiasmo de la gente. Listos para la acción astronómica se encontraban ya también un pequeño Celestron C90 (telescopio Mak-cass de excelentes ópticas a pesar de su pequeño tamaño) y mi confiable Celestron Nexstar 6SE (Schdmith-cass de 6 pulgadas), elegantes en sus brillantes trípodes.

Pero.., fue bueno mencionar durante la charla que cuando la madre naturaleza dice "no", al igual que en el consentimiento entre humanos, simplemente significa NO. El cielo se cerró ("viera ayer que limpito estaba", me decían, y yo arghhhhh) y entre las nubes apenas aprovechamos para binoculares en mano observar la constelación de Orión y ubicar su nebulosa.


Es evidente que existe entusiasmo de las y los estudiantes y profes universitarios en el sur de Honduras por el tema de la astronomía, y era claro que podíamos habernos quedado hasta la madrugada respondiendo preguntas, conversando y observando. Aunque el Observatorio Astronómico Centroamericano de Suyapa y la Facultad de Ciencias Espaciales de la UNAH tienen un cronograma anual de charlas, sería genial ver un mayor esfuerzo de la UNAH por la popularización del pasatiempo.

Observar en solitario tiene sus méritos pero...

Una madrugada y cinco horas de carretera después, mientras instalaba mi equipo en casa para una sesión de observación, pensaba en lo diferente y placentera que es esta pasión cuando se comparte con otras y otros.

Gracias al CURLP por la invitación. Disfruté mucho el poder compartir con sus estudiantes y profesores mi pasión por la astronomía, y esperamos que en la próxima oportunidad podamos hacer más observación. Cielos claros!